LA PINTORA, LA OBRA, LA COLECCIÓN

                  

                  

                   AJITO, AJITAR, AJITADO, AJITACIÓN

 


                                                          LA PINTORA

 

Responder a su llamada para escribir estas líneas, es placer que a mi ego encanta y difícil papeleta que a mi neurona estresa. Hace ya muchos años que la conozco y amo, y nuevamente me sorprende Inquieta, explora la vida con los infinitos ojos de su corazón, escruta realidades. 
Buscadora incansable, investiga técnicas, formas, colores, texturas, soportes y motivos que, nos presenta con ingenua simplicidad, buscando la complicidad de tu mirada, el acompasado vaivén de tu latir en sus lienzos, tu ajitación en suma, espectador.


                                                             LA OBRA


Su obra en constante evolución ha recorrido un vasto camino desde la influencia temprana de su casa, a sus estudios académicos, aliñada por su vitalidad contagiosa que toma de todo y a todo da. Para plasmar en el lienzo desde la línea dura y negra sobre el fondo plano de color atemperado, hasta la calidad esfericidad de una nalga venusiana que emerge cual jamón de la caterva. Color y moviendo, ternura de cuerpos, miedo y amor, yin y yan, tu y yo, yo y yo, y tu también espectador.


                                                        LA COLECCIÓN


Y abierta en canal, ante la vida, que ahora trasiega terror, odio, sangre, destrucción, el arte "ajitador" contempla el corazón, aquel que dicen que alberga lo mejor de las personas, la esencia del ser humano, roto, detenido, sincopado, asustado y asustador. Contemplarse en el espacio de estos lienzos que refleja nuestra terrible imperfección, ojos profundos como el mar, que gritan su ajitado desconsuelo.
Abierta, ante el rio de la vida, canaliza ahora, en esta colección, la terrible verdad, el horor que nos alimenta y nos define. Nuestro secreto, aquel que intentamos ocultar proyectando sobre un lienzo la delicada pincelada del color, una textura cuarteada por el tiempo, un vaivén en líneas que se cruzan, un engaño, en fin, una falacia; querido espectador.

                                                                                                                    
                                                                                                        Fernando Sanchez Fernández

(Exposición "LA PALESTRA" Baluarte de la Candelaria.Cádiz)

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